Prólogo
La felicidad de un día como el de hoy era demasiada, recién salíamos de mi pequeña casa en la localidad de Pantin. El clima era algo cálido para lo normal, me había levantado muy temprano para levantar a mi hermano.
Ropa de Emma
Después del desayuno fuimos en busca de nuestros amigos que esperaban en la casa de Dan. Gisèlle la hermana “pequeña” se sentó delante mio y Elliot a su lado dándole espacio a Dan junto a mi al final de la volvo. Cuando Liza, Danielle y Jean subieron empezó lo que fue lo mejor de mi vida.
Recuerdo que fue lo mismo que dije cuando cumplí los 6 años y Elliot no hacia mas que abrazarme, yo lo felicitaba ya que era el cumpleaños de los dos. Estuvimos hasta lo 18 por los cuidados de una «nana» que decía que era nuestra tía pero solo nos cuidaba por la fortuna que estaba a nuestros nombres. Ese día descubrimos toda la verdad pero aun así ella fue la única que se ocupo de nosotros y ese mismo día «nana» salio y nunca mas regreso.
En el camino recogimos a Noah, seguimos nuestro curso hacia París. Pasadas 2 de la madrugada ya habían empezado a caer cabezas sobre los hombros de los demás, el tiempo pasaba rápido y la carretera se hacia cada vez mas larga hasta tal punto que decidimos para y poder armar algo donde poder descansar.
Dos horas después no pusimos de nuevo el marcha no quedaba mucho pero si era algo largo en camino, algunos despertaron, hablamos entre risas y recuerdos de lo que había sido la preparatoria, la universidad y algunas excursiones por los bosques que Rusia. El sol todavía no estaba a la vista pero si se asomaba en cada espacio posible.
Las vías estaban casi desoladas, de vez en cuando un camión, las risas de los dormidos se unieron de a poco con la de los demás, las canciones desafinadas muy similares a los aullidos de un lobo y en otra muy apalabradas de tal forma que era similar a un rap antiguo.
De un momento a otro la atmósfera de la camioneta cambio la tensión se corto con tijeras, los gritos eran de advertencia, el exceso las luces, la falta de oxigeno, los brazos sosteniéndose de los asientos y hasta las lágrimas avisaban lo ocurrido. Las horas pasaron y los que no perdieron el conocimiento salieron de la volvo, algunos les ayudaron otros no podían siquiera asimilar el choque.
Unos brazos se apoderaron de mi cuerpo semi-dormido los gritos de los que si sobrevivieron y las bocinas de las patrullas y ambulancias se concertaban cada centímetro de mi cuerpo, la imprudente luz del sol sacaba lágrimas y evitaba el simple hecho de observar mi rededor.
★★★
★★★
—«EMMA»– un grito desgarrador como cada noche me despierta —NOOO ELLIOT– mis pulmones no daban a vasto por la cantidad de oxígeno requerido.
—Señorita Emma se encuentra bien– asomaba la cabeza Alessia una enfermera que se decidió a cuidar de mi desde el primer día que puse un pie en urgencias
—Si Ales, ¿que hora es?– ella miraba con tristeza —y otra cosa ¿que sabes de Elliot...?– ya no tenia por que explicarle la historia, ella la sabia y muy bien.
—Emma, cariño Elliot se encuentra en la sala junto a un hombre que dice conocerlos... Y- ella miro mi reacción —se llama Mark y dice que viene de parte de ti familia– mi cara de asombro tuvo que ser muy llamativa, Alessia reparo que todo estuviera en orden antes de darme el comienzo de la felicidad —y otra cosa hoy te darán de alta así que ya te puedes cambiar, en el baño esta la ropa que te trajeron– se acercó con cara de pocos amigos y me abrazo antes de salir y dar paso a Elliot.
—Lelliot– salí de la cama sin importar los cables o el molde del brazo —Oh, Dios mio, gracias por cuidarlo–me abalance sobre sus brazos sin importar su molde en la pierna y algunos otras marcas.
—Mena, mi pequeña menos mal sigues... Es que... Creí...–me reparo de arriba hacia abajo—Joder Emma... Fue el peor susto de mi vida.
—Ya Elliot... Ya estoy bien tranquilo– mi ojos llorones al igual que los suyos fueron el inicio de un mar de lágrimas.
—Hermanos Colín, espero que estén bien. Pero es momento de irnos– una voz gruesa apareció en la puerta proveniente de un hombre fornido —soy Mark, su nuevo guarda espalda– solté a Elliot y repare su rostro algo familiar en su voz y cuerpo decía que él conocía más que nuestra historia.
—Emma ve a cambiarte Mark te tiene que contar algunas cosas– asentí, empecé la caminata al baño cuando escuche otra cosa.
—Sus padres los esperan en Londres– la voz de Mark reclamaba orden y su comportamiento era evidencia de juicio.
Ropa de Emma
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Bueno chicas aquí les dejo la primera parte de mi novela espero les guste
NECESITO 3 chicas URGENTE para otra novela, las chicas interesadas me dicen con que chico
